Aferrarse a un recuerdo de la infancia como si te fuera la vida en ello, buscar un sentido a una vida que carece de él, sentir que estás haciendo algo positivo, creer en el amor (sea romántico o fraternal), luchar contra molinos y ver que hay gente que, a sabiendas de la locura de esa pelea, te apoya. Todo ésto es lo que nos muestra Icíar Bollaín en su última película “El olivo”, en la que la directora madrileña no deja de lado la crítica a nuestra sociedad, presente en practicamente toda su filmografía.
Alma (Anna Castillo) es una joven que regenta un criadero de pollos y que ve como su abuelo, con el que mantiene una relación de afecto muy especial, se está muriendo poco a poco...
Leer más
Comentarios recientes