Ya en su anterior film “Passages” (2023) el director Ira Sachs nos introducía en los avatares, las pasiones y los demonios de un artista, en ese caso un director de cine. En aquel cine dentro del cine, se podía vislumbrar parte de lo que nos ofrece su nueva obra, con la que de varios pasos adelante en cuanto a que nos muestra de manera casi documental, 24 horas en la vida del fotógrafo de New Jersey Peter Hujar.
Estamos en Nueva York a finales de 1974, Peter Hujar (Ben Whisaw) se reúne en su piso con su amiga Linda Rosenkranz (Rebecca Hall), la cual está preparando un libro acerca del día a día de los artistas de la ciudad. Por ello, graba todas las conversaciones mantenidas con Peter durante ese día, en las cuales el fotógrafo le relata un día en concreto de su vida, con el máximo detalle posible.
El guion, escrito por el propio Ira Sachs, parte del libro homónimo escrito por Linda Rosenkranz, el cual no se realizó en su momento, si no que se publicó 47 años más tarde. La razón de ello es que las cintas que se grabaron aquel día se perdieron, pero mucho tiempo después apareció una transcripción en papel de aquellas grabaciones, a partir de la cual se pudo escribir el libro.
Lo más positivo de “Un día con Peter Hujar” es que traslada al espectador a otra época 50 años atrás, en ese Nueva York tan prolífico artísticamente en el que la música, la literatura, la fotografía y el teatro convive en una fusión de talento difícil de superar. Ira Sachs usa un formato de pantalla 4/3 y unos falsos defectos en la imagen, para simular una grabación casera con una cámara Super 8 de la época, buscando así un aire de documental, que no llega a cuajar del todo. Así mismo, pese a transcurrir (casi) todo el metraje dentro del apartamento del protagonista, el director consigue la suficiente variedad en las tomas de cámara como para que el incesante diálogo no resulte demasiado tedioso.
Porque el problema principal de “Un día con Peter Hujar”, es precisamente eso, que pasar un día entero con Peter Hujar no es lo suficientemente interesante como para que el espectador medio conecte medianamente con lo que sucede en pantalla. Ben Wishaw realiza larguísimos soliloquios en los que va describiendo literalmente diálogos que tuvo con diferentes personas a lo largo de ese día que está narrando. Diálogos que poco o nulo interés tienen, aún perteneciendo en muchos casos a gente de la cultura de la época y que, a partir de determinado momento, llegan a saturar al espectador más atento.
La pareja de intérpretes del film, Ben Wishaw y Rebecca Hall, están a muy alto nivel, como es habitual en ellos, pero la verdad es que uno piensa en otras películas de este estilo (no voy a decir títulos porque las comparaciones son odiosas) y la verdad es que creo que un documental hubiera sido una forma mucho más inteligente de hacer llegar este material al público.
Perteneciente a la Sección Oficial Albar del FICX63, se podrá volver a ver el Jueves 20 a las 17.00 horas en la Sala 5 de Ocine.
Gabriel Menéndez Piñera

















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