Me ha costado decidir cual sería la primera película de Charles Chaplin que iba a comentar en el blog, pero finalmente me he decidido por “La quimera del oro” (“The gold rush”, 1925). La razón es muy sencilla, en su día el maestro Chaplin dijo que esta es la película por la que le gustaría que se le recordase y yo no soy nadie para contradecirle. Por ello, espero que los que leáis esta reseña os acordéis del inmenso legado cinematográfico que nos dejó aquel genio, de cuyo fallecimiento se cumplió, el pasado día de Navidad 35 años.
En esta ocasión el simpático vagabundo se dirige, igual que otros miles de seres humanos, hacia las montañas nevadas en busca de oro...
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