Ayer, tercer día del festival, fue el día de los hijos en la Sección Oficial, ya que las dos películas presentadas a concurso en dicha sección nos hablan de la relación (o más bien la falta de ella) entre padres e hijos adolescentes. Tanto “White bird in a Blizzard” dirigida por Gregg Araki como “Xenia”, dirigida por Panos Koutras, tratan este tema desde situaciones sociales bien diferentes. Además en la sección Gran Angular se pudo ver una de las mejores películas sin duda de este festival, la inglesa “Mr. Turner”, dirigida por Mike Leigh, la cual posee quizás la mejor fotografía que yo haya podido ver jamás en una pantalla de cine.
El día comenzó con “White bird in a blizzard” película del director, ya conocido en Gijón, Gregg Araki. La película nos habla de Kat (Shailene Woodley)una adolescente que, a finales de los 80 (cuando contaba 17 años), ve como un día su madre (Eva Green) desaparece sin dejar rastro. A partir de entonces tendrá que vivir con su ausencia y con los recuerdos de una relación materno-filial complicada.
La película se mueve constantemente entre el drama y el thriller, alternando escenas que nos muestran la vida de la protagonista tras la desaparición de su madre con otras en las que podemos observar las tensiones que existían entre los tres miembros de la familia. Sin embargo, el querer conjugar una cosa con otra hace que las dos acaben cojeando, en especial al llegar a un final que podemos considerar, siendo generosos, como muy poco creible.
Destaca una ambientación de tono melancólico muy bien acompañada por una banda sonora de tecno pop inglés de la época, en la que se pueden escuchar temas de grupos como Depeche Mode, Talk Talk o Joy Division. Así mismo las dos actrices protagonistas realizan un gran trabajo, aunque me sigue resultando chocante ver a Eva Green en el papel de madre y ama de casa cuarentona.
La película se deja ver con facilidad y tiene buenos momentos, pero no llega al nivel de anteriores obras de su director ni en cuanto a calidad cinematográfica, ni en cuanto a tratar de provocar al espectador. Se proyecta de nuevo hoy en la Sala 2 de los Cines Centro a las 22.30.
Se agotó el papel para la primera proyección de “Mr. Turner” y la expectación creada en torno a esta película no fue en vano. Mike Leigh consigue mostrar lo que muy pocos se atreven en un biopic de un artista, que su vida fue algo rutinario sin grandes dramas ni experiencias mesiánicas. Una vida de trabajo, de experimentar con los medios disponibles y así crear unas pinturas maravillosas y admiradas por gran parte de sus colegas y conciudadanos.
Así, la película nos muestra los últimos años de la vida del pintor inglés William Turner, una vida sencilla, de un hombre con un carácter muy particular al que le gustaba provocar a sus colegas. Un auténtico genio de la pintura capaz de recrear la luz en un lienzo como muy pocos han sabido hacerlo.
El director Mike Leigh juega con dos bazas ganadoras para llevar a cabo esta gran obra. Por un lado la interpretación de Timothy Spall, en el que es y será el papel de su vida, y por otro lado una fotografía de Dick Pope que no tengo palabras para describir. Con ella, la película consigue recrear la luz de Turner, la luz que le ha hecho pasar a la posteridad en sus cuadros navales y que puesta en imágenes en una pantalla de cine crea tomas de una belleza inimaginable.
Como es natural, el ritmo es pausado, recreándose el director en escenas cotidianas de la vida en aquella época que sin embargo a mi entender, no disminuyen el interés de la cinta, si no más bien todo lo contrario.
En definitiva una película que hay que ver en pantalla grande para poder disfrutarla en todo su esplendor y que hará las delicias de todos aquellos con una mínima afición por el arte. Se vuelve a proyectar el próximo viernes 28 a las 22.30 en la Sala 5 de los Cines Centro.
La segunda película mostrada ayer a concurso en la Sección Oficial fue “Xenia” coproducción entre Grecia, Bélgica y Francia dirigida por Panos H. Koutras que nos cuenta la historia de dos hermanos albaneses, Dani de 16 años y Odysseas de 18 que tras la muerte de su madre, se embarcan en la búsqueda de su padre ausente, para intentar conseguir así la nacionalidad griega.
El film se mueve entre el drama social y el familiar sin llegar a decantarse en ningún momento por ninguno de los dos, aligerados ambos por momentos musicales muy kitschs y por otros momentos oníricos protagonizados por un conejo de peluche. Por otra parte, realiza una buena aproximación a la realidad social griega actual con respecto a los extranjeros y a los homosexuales.
En su contra hay que decir que tanto la base argumental, como algunas situaciones son dilatadas demasiado tiempo y demasiadas veces por lo que el interés del espectador se desinfla en varias ocasiones a lo largo del metraje. Así mismo, ni la dirección ni las interpretaciones son dignas de destacar en ninguno de sus aspectos.
La película tiene buenas intenciones y se deja ver con facilidad, pero en comparación con otras películas ya presentadas a concurso queda bastante por debajo de ellas. Se puede ver hoy de nuevo a las 19.30 en la Sala 2 de los Cines Centro.
Gabriel Menéndez
Una preciosidad “Mr. Turner”, sí señor. Yo la vi en la sesión del viernes 28 y las entradas también se habían agotado. Como bien dices, Timothy Spall lo borda y la fotografía de Dick Pope es sencillamente sublime, de una belleza subyugante. La detallista ambientación no se queda atrás. El diálogo en el que Turner (quien ya hemos visto que es poco dado a manifestar sus emociones) le cuenta a la Sra. Booth lo hermosa que es, es una de las mejores y más sorprendentes escenas “de amor” de los últimos años.