Cuarta jornada del festival, día intenso en el que vi películas muy diferentes entre sí. La primera fue “Cassandro, the exotico!”(2018, Marie Losier) un documental perteneciente a la sección Rellumes. Ya por la tarde disfruté como un enano con la divertida y absorvente “In traffic” (2018, Peter Strickland) de la sección Crossroads Zinemaldia/Ficx y posteriormente pude ver dos películas de la sección oficia: “Mug” (2018, Malgorzata Szumoska) y “One day” (2018, Zsofi Szliagyi).
“Cassandro, the exotico!” es la historia de alguien que lleva peleando toda su vida, contra sus rivales en el ring de la lucha libre y contra sí mismo y sus adicciones cada mañana. Alguien que ha dedicado su vida a dignificar la labor de los homosexuales en la lucha libre a través de su talento y su tesón.
Saúl Armendariz, más conocido como Cassandro, lleva 26 años en el mundo de la lucha libre mejicana, un mundo de machos en el que un homosexual como él ha tenido que trabajar el doble para lograr destacar. Su vida, su familia, sus entrenamientos, sus confesiones, todo eso forma parte de este documental, tan interesante en el fondo como en la forma.
Marie Losier es la “culpable” de haber conocido a este personaje que atrae e impacta a partes iguales. Ella sigue a Cassandro con su cámara de 16 mm, que maneja con pasmosa habilidad y le graba en su camerino preparándose para el combate (una excelente secuencia inicial), en su casa o mientras conduce su coche. Ahí se nos muestra al Saúl que se mantiene dentro de Cassandro, una persona frágil interiormente, con muchas dudas sobre si seguir maltratando su cuerpo y con un pasado de adicciones al alcohol y a las drogas.
El llamado Liberace de la lucha libre mexicana, mantiene un amor incondicional por esta mezcla de deporte y circo que, según sus propias palabras, le salvó la vida en numerosas ocasiones. Pero a su edad su cuerpo, pleno de heridas, operaciones y conmociones cerebrales, está empezando a decir basta. No obstante Cassandro se resiste a dejar su gran pasión por varias razones y, en el ocaso de su carrera, el fantasma de las adicciones sobrevuela de nuevo su persona.
Un documental poderoso en su fondo y llamativo en su forma. Rodado en 16 mm y pantalla cuadrada, la directora Marie Losier mezcla las conversaciones con Cassandro, con las imágenes de archivo de sus combates, donde daba rienda suelta a su habilidad. Cassandro a sus 48 años sigue luchando, pero ya no en el ring. Se podrá volver a ver el viernes 23 a las 17.15 en la sala 11 de los cines Yelmo.
Unos grandes almacenes en rebajas de Enero, una mujer madura recién divorciada, un vestido rojo con el que atraer a un nuevo amor. Cualquiera diría que voy a hablar de una comedia romántica pero no, “In Fabric” (2018, Peter Strickland) es cualquier cosa menos romántica.
Si ya en sus anteriores películas, “Berberian sound studio” y “The duke of Burgundy”, Strickland había jugado con la atmósfera de un “giallo” italiano, en esta ocasión se sumerge en dicho género con todas las consecuencias, lo cual le viene de perlas a su estilo visual manierista y mitómano.
La película va poco a poco desgranando sus envites de locura, protagonizados sobre todo por ese maravillosa dependienta delos grandes almacenes (Fatma Mohamed, una habitual del cine de Strickland) y su propietario. Llega un momento en el que la historia no tiene sentido ninguno, pero eso ya da igual, nos encontramos totalmente subyugados por el brillante humor que destila el film y por esa atmósfera absolutamente malsana, que atrae y asusta a partes iguales.
El director británico se mueve como pez en el agua en esta retorcida y macabra historia en la que un simple vestido en rebajas es, en realidad, una especie de simbionte que ataca a todo lo que se le pone por delante. La metáfora y la crítica, en estos días de Black Fridays y consumismo exacerbado, están servidas.
El rojo y el negro son los colores predominantes durante toda la película. Rojo de sangre y negro de un futuro que, ya en 1993 (año en que está ambientada la acción), se presenta descorazonador para una clase media que se consume a sí misma a través del egoísmo y la envidia.
“In fabric” es divertida, está bien dirigida y nos retrotrae a ese cine de terror italiano tan de boga en los años setenta, cuyo mayor exponente fue el director Darío Argento, el cual debe sentirse sentir orgulloso al ver que su obra siga influyendo a nuevos directores después de tantos años.
Hay sitios en plena Europa en los que parece que el tiempo no avanza, que las supersticiones se convierten en ley y la religión sigue marcando el día a día de sus habitantes. Eso es lo que nos muestra Malgorata Szumowska en su última película “Mug”.
Jacek vive con su familia y su novia en Swiebodzin (Polonia) y ayuda en la construcción de la estatua de Cristo más grande del mundo. Un día tiene un fatal accidente y, pese a sobrevivir, tiene que ser sometido a un trasplante de cara que le deja irreconocible y con dificultades para hablar. A partir de ahí se muestra la hipocresía y el egoísmo de una sociedad católica, pero nada cristiana.
Ya en una primera escena casi surrealista, la directora polaca nos da una idea de como ve a la actual sociedad y sus escasos valores. Idea que, poco a poco va creciendo hasta llegar a una escena al final en la que se ve como la codicia está incrustada en las personas de manera indeleble.
Una película interesante, con algún altibajo, a la que se le echa en falta algo más de elaboración en la puesta en escena y le sobra algo de humor grueso. Se podrá volver a ver hoy martes 20 a las 22.30 en la Sala 13 de los Cines Yelmo y el Sábado 24 a las 17.15 en la misma sala.
Un marido, tres hijos pequeños, un trabajo a tiempo parcial, una suegra con buena voluntad y la sensación de que todo se te viene encima. Así es como pasan 24 horas en la vida de la protagonista de “One day”, la ópera prima de la directora húngara Zsófia Szliágvi.
Anna (una soberbia Zsófia Szamosi) teme por la continuidad de su matrimonio, ante el posible romance de su marido con su amiga Gabi. Sin embargo tiene que esperar a que pase todo el día para poder hablar de ello con su marido, ya que sus respectivos trabajos y los tres hijos del matrimonio apenas le dejan un minuto libre en todo el día.
“One day” refleja a la perfección la espiral de frustración e infelicidad a las que nosotros mismos, con la complicidad del sistema, nos sometemos. En teoría el matrimonio significa compartir tu vida con otra persona, pero al final te pasas todo el día con todo el mundo menos con tu pareja y cuando llega la hora de poder verle estás tan cansado que sólo quieres echarte a dormir, dejando la puerta abierta a posibles infidelidades.
La directora sigue cámara en mano, durante el día que da título a la película, a la protagonista en un estilo seco, casi documentalista. De esta manera, el espectador se ve reflejado en lo que está viendo y se identifica con Anna y sus dificultades para abarcar sus responsabilidades y, a la vez, intentar que no se rompa su matrimonio. Se podrá volver a ver hoy martes a las 22.15 en la Sala 9 de los Cines Yelmo.
Gabriel Menéndez Piñera
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