Un año más, inicio lo que será mi crónica diaria del Festival de Cine de Gijón en una edición que promete, una año más, grandes películas. Debido a la decisión de la organización de emitir tras la ceremonia de inauguración una serie, he buscado en otras secciones las primeras películas de las que disfrutar en esta edición. La primera fue “Bombay rose”, perteneciente a la Sección Oficial, pero fuera de concurso, mientras que a continuación vi “Litigante”, de la sección Rellumes.
Bombay es una macrourbe que reúne a millones de personas de diferentes razas y credos. De entre todas las millones de historias que suceden en ella cada día, Gitanjali Rao nos cuenta una, que en realidad son dos, unidas entre sí por una simple rosa roja.
Kamala es una joven hindú, que cuida de su abuelo paralítico y de su inteligente hermana pequeña Tara, ganándose la vida vendiendo collares de flores. Un día conoce a Salim, el cual vende ramos de flores entre el caótico tráfico de la ciudad. El inicial flechazo entre ambos se verá complicado por sus diferentes credos y por un misterioso acuerdo que Kamala tiene con un tratante de mujeres.
Si en algo destaca está producción animada es por la belleza de sus dibujos, los cuales oscilan entre el impresionismo y la pintura clásica hindú. Así mismo hay que resaltar la integración de la música dentro de la trama y como compacta con las imágenes que se nos muestran. La película tiene escenas realmente bellas que impresionan por su calidad gráfica, así como por su eficiencia narrativa.
En el lado negativo sólo puedo nombrar el abuso de la yustaposición de imágenes, tanto para crear metáforas, como para ejercer de transición entre una escena y otra. Así mismo, es constante el trasiego de coches que pasan por delante de lo que estamos viendo, en un excesivo intento de hacernos ver el también excesivo tráfico de la ciudad India.
Se podrá volver a ver hoy sábado 16 a las 20.00 en la Sala 10 de Yelmo Cines.
Aunar el trabajo diario, con la crianza de un niño de cinco años y con el cuidado de su madre enferma de cáncer ya sería demasiado para una sola persona. Sin embargo el director Franco Lolli hace que su personaje principal en “Litigante” se vea además envuelto en una acusación de corrupción dentro de la empresa pública para la que trabaja.
El personaje a que me refiero es Silvia (Carolina Sanin),la cual se tiene que enfrentar a todo ello, por lo que buscará apoyo en su relación amorosa con Abel (Vladimir Durán). Dicha relación se verá afectada por el agravamiento de salud de su madre (Leticia Gómez) y por los continuos problemas que le surgirán dentro de su trabajo.
Franco Lolli utiliza un estilo directo, casi documental, con la cámara al hombro en muchas de las escenas. Esta manera de rodar ayuda al espectador a integrarse en una trama que, en un principio, le resulta algo indigesta por las continuas discusiones a voces entre los personajes principales del film. Así mismo, este estilo implica que el resultado final sea de menor calidad a nivel técnico, debido sobre todo a la simplicidad en la puesta en escena.
El guión, firmado por el propio director junto a Virginie Legeay y Marie Amachoukeli-Barsacq, está bien construido y se nos van desvelando paulatinamente algunos aspectos clave para entender a los personajes, especialmente a Silvia, la protagonista casi exclusiva del film.
En definitiva, se trata de una película interesante y bien construida, pero realizada de una manera un tanto seca, lo cual le favorece en algunos aspectos y le perjudica en otros. Se podrá volver a ver el Domingo 17 a las 12.30 en Gijón Sur y el Martes 19 a las 22.15 en la Sala 9 de los Cines Yelmo.
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