LLegamos a la sexta jornada del FICX 2019 y, tras unas excelentes películas hasta el momento, le tocó el turno a dos propuestas desacertadas (una más que otra). Me refiero a las películas de la Sección Oficial “Babyteeth” y “Saturday fiction”.
El mejor escribano echa un borrón y este FICX 2019 no iba a ser la excepción. En una Sección Oficial plagada de excelentes películas se ha colado “Babyteeth”, un subproducto fílmico cuyo destino no debería ser formar parte de un prestigioso festival como el de Gijón, si no más bien engrosar la parrilla de sobremesa de cualquier canal de televisión generalista.
Milla (Eliza Scanlen) es una adolescente enferma de cáncer que conoce a Moses (Toby Wallace), un joven problemático que trafica con pastillas. La nueva relación de Milla supone todo un quebradero de cabeza para sus padres Henry (Ben Mendelshon) y Anna (Essie Davis), los cuales pretendían que su hija siguiera una rutina de medicación que la alejara de la muerte.
La directora, Shannon Murphy, toca todas las teclas posibles para incitar al espectador a la emoción, consiguiendo un resultado desastroso, sin alma, puro prospecto fílmico realizado sin ningún talento. En todo momento se trata al espectador como si tuviera la edad mental de un niño de ocho años, subrayando constantemente lo que sucede en la pantalla. No hay respiro entre tanto drama amarillista, ni posibles interpretaciones. Todo está mascado y triturado para que el bebé que mira a la pantalla se lo trague sin rechistar.
Resulta especialmente enervante la pretensión de cine de calidad que intenta dar a la película, mediante el uso de trucos baratos, como el uso de la cámara en mano y los constantes primerísimos planos a los que nos somete.
Si algo salva a esta película de caer aún más bajo es la labor de los intérpretes, destacando especialmente los dos actores que interpretan a los personajes masculinos, como así lo reconoció el Festival de Venecia premiando a Toby Wallace como mejor actor joven. Hay además algún pequeño detalle técnico, en un par de escenas puntuales, que también ayudan a sobrellevar el mal trago que supone esta oda al sentimentalismo más perverso.
Se podrá volver a ver hoy jueves a las 17.00 horas en la Sala 10 de los cines Yelmo y mañana viernes en la misma Sala a las 20.00 horas.
Mira que es difícil que yo me pierda en el argumento de una película, pues el chino Lou Ye lo ha conseguido con su último largometraje “Saturday Fiction”. El que fuera autor de una de las películas más recordadas de este festival, aquella genial “Suzhou river” que nos deslumbró en el año 2000, cae ahora en una interminable red de espías que no se sabe bien a que país sirven realmente, mezclado además con los ensayos de una obra de teatro, protagonizada por los personajes principales.
Jean Yu (Gong Li) es una prestigiosa actriz que regresa a Shangai, durante la invasión de China por parte de Japón, para protagonizar una obra de teatro junto a un antiguo conocido, que también es el director de la obra (Mark Chao). Sin embargo, todo es una tapadera para intentar conseguir de un militar japonés información sobre los futuros planes de conquista del país Nipón.
Como dije al principio, la historia es un lío absoluto, no pudiendo el espectador aferrarse a un asidero que le ayude a comprender lo que está viendo en la pantalla. Por si fuera poco, el final, por un lado aclara bastante el ovillo y, por otro, se alarga hasta el infinito en una sucesión de disparos que no matan a nadie (o casi).
Referencias a “Casablanca” (1943, Michael Curtiz) o a “Eva al desnudo” (“All about Eve” 1950, Joseph L. Mankiewicz) aportan un poco de interés a una película, que tampoco saca partido de una fotografía en blanco y negro bastante anodina. Se podrá volver a ver hoy Jueves a las 17.00 horas en el Teatro Jovellanos.
Gabriel Menéndez Piñera
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