Correr, escapar, huir, volver, sentir, olvidar, compartir, recordar, llorar, vivir, odiar, perdonar, convivir. Todos esos conceptos son los que nos presenta Jonathan Perel en su largometraje “Camuflaje”, perteneciente a la Sección Oficial Tierres en Trance del FICX60.
El escritor Félix Bruzzone se encarna a sí mismo en este documental en el que da vueltas corriendo alrededor (o dentro) de lo que fue uno de los centros más importantes de encarcelamiento, tortura y muerte de la dictadura del General Videla en Argentina y en el que su madre desapareció en 1976.
Hay que ser muy lúcido de mente para lograr lo que consigue Perel en éste su sexto largometraje documental. “Camuflaje” abarca desde el duro relato familiar, pero ya suavizado por el transcurrir del tiempo, hasta la grotesca manifestación de lo estúpido que puede ser el ser humano al convertir un lugar de horror absoluto, en un sitio de recreo para fanáticos del deporte extremo.
Técnicamente la película es harto sencilla, sin bonitos planos generales ni una puesta en escena complicada, Perel se centra en el contenido del paquete y no en el envoltorio del mismo. Eso ayuda a que las sensaciones que experimenta Félix Bruzzone delante de la cámara, tengan una proyección mucho más profunda que si hubiesen estado acompañadas de un tratamiento visual más elaborado.
Entrelazando momentos amables de antigua camaradería, con otros en los que el miedo se puede sentir hasta en el objetivo de la cámara, el director argentino logra captar desde el primer minuto, la atención del espectador. El cual acompaña a Félix Bruzzone en su recorrido, sea corriendo sólo o caminando en compañía, a través de esta gigantesca manzana (o cuadra) de 28 kilómetros de diámetro que, pese a todos los intentos por limpiar la zona, permanecerá manchada indeleblemente hasta el final de los tiempos.
GABRIEL MENENDEZ PIÑERA
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