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Drácula (1931)

dracula poster

Hay imágenes cinematográficas que perduran a lo largo de los años sin que pierdan un ápice de fuerza, convirtiendo a sus protagonistas en auténticos mitos. De los primeros años del cine siempre se recordará la imagen de Buster Keaton y su locomotora, Charles Chaplin comiéndose un zapato, Harold Lloyd colgado del reloj, Lon Chaney sr. como el Fantasma de la Opera, etc. Una de esas imágenes imperecedera es la que nos muestra a Bela Lugosi como el Conde Drácula en la película que dirigió Tod Browning en 1931. No es ni mucho menos una obra maestra, pero supuso el nacimiento del género de terror sobrenatural en Hollywood y dejó para la historia del cine escenas y secuencias memorables.

El argumento está basado en la maravillosa novela de Bram Stoker, aunque en realidad se fija más en la posterior obra de teatro escrita, a partir de la novela, por Hamilton Deane. Dicho argumento nos cuenta como Renfield (Dwight Frye) viaja a Transilvania al castillo del Conde Drácula (Bela Lugosi) para ultimar los detalles de la venta de la Abadía de Carfax, situada en Londres. Sin embargo, Drácula es un vampiro que se apodera de la voluntad de Renfield y, con su ayuda, se dirige en barco hacia Londres dispuesto a sembrar el terror en la capital inglesa.

dracula 1

Él director escogido por la Universal para llevar a cabo este proyecto fue Tod Browning, director curtido durante el cine mudo en películas de terror y de carácter sombrío, muchas de ellas con la estrella del cine de terror Lon Chaney sr. Así, ambos demostraron su talento en títulos como “El trío fantástico” (“The unholy three”, 1925), “Los pantanos de Zanzíbar” (“West of Zanzíbar”, 1928) o la ya comentada en este blog “Garras humanas” (“The unknow”, 1927)

http://historiasdelceluloide.elcomercio.es/?s=garras+humanas#/2012/10/garras-humanas.HTML

Además, ambos habían realizado ya juntos una película sobre supuestos vampiros (ver foto abajo), titulada “Londres después de medianoche” (“London after midnight”, 1927), la cual es desde hace unos cuantos años una de las películas perdidas más buscadas en todo el mundo, ya que no existe copia conocida de la misma. Por todo ello, parecía claro que iba a ser Lon Chaney padre el protagonista de la película que marcaría un antes y un después en la historia del cine de terror y que acabaría de encumbrarlo en el Olimpo cinematográfico. Sin embargo al genial intérprete le diagnosticaron un cáncer de garganta y murió antes de que se empezara a rodar “Drácula” el 26 de Agosto de 1930.

Chaney

Esta trágica circunstancia hizo que el papel fuera a parar a Bela Lugosi, actor Húngaro que ya había interpretado el personaje en el teatro y que hizo todo lo que estuvo en su mano para conseguir participar en la película. Siempre nos quedará la incógnita de como hubiese interpretado el papel Lon Chaney (y qué maquillaje hubiese creado para el mismo), sin embargo la muerte de Chaney permitió la creación de otro mito del cine y por ende, la creación de una imagen icónica que persiste hasta nuestros días, la de un Conde Drácula, envuelto en su frac y con esa mirada hipnótica que sólo Bela Lugosi ha sabido darle. Es cierto que la interpretación de Lugosi es en ocasiones exagerada y afectada, pero son defectos que se detectan más ahora con el paso del tiempo que no en el momento del estreno del film.

El guión, debido a su origen más teatral que novelesco, peca de estatismo en la segunda parte del film, a partir de la llegada de Drácula a Londres. Este es quizás el mayor lastre del film, no haber logrado una mejor fusión entre la complejidad de la novela (narrada toda ella a partir de diarios, cartas y noticias del periódico) y la excesiva simplonería de la obra de teatro.

La labor del director Tod Browning fue saboteada posteriormente por el estudio al cortar unos 15 minutos de metraje por encontrarlo demasiado osado para la época. Así mismo el director se encontró con las limitaciones técnicas de esos primeros años del sonoro en los que las cámaras debían permanecer fijas en el suelo y cubiertas por una campana de cristal para que no se oyese el ruido de sus motores. Para intentar suavizar esa limitación, Browning y su operador de cámara Karl Freund (proveniente del cine mudo alemán) realizaron algunas tomas sin sonido moviendo la cámara hábilmente, las cuales aparecen en las primeras escenas del film y que contribuyen a la creación de esos primeros 20 minutos de la cinta que son totalmente memorables.

dracula 2

La película se estrenó el 12 de Marzo de 1931 y supuso un tremendo éxito para las maltrechas arcas de la Universal. El estudio no desaprovechó la ocasión y se lanzó a crear nuevas historias de terror sobrenaturales que crearon una marca indeleble hoy día y nos dejaron películas de una calidad increíble, así como algunas secuelas prescindibles pero con encanto. Destacaré sólo unas pocas obras del ciclo de monstruos clásicos de la Universal: “El doctor Frankenstein” (“Frankenstein” 1931, James Whale), “La momia” (“The mummy” 1932, Karl Freund), “El hombre invisible” (“The invisible man” 1933, James Whale), “La novia de Frankenstein” (“Bride of Frankenstein” 1935, James Whale) o “El hombre lobo” (“The Wolf man” 1941, George Waggner).

dracula español

En aquella época de los albores del sonoro era habitual por parte de los grandes estudios que realizasen versiones de la misma película en varios idiomas para destinarlas a otros países de diferente lengua (por entonces no existía el doblaje ni los subtítulos). En este caso se hizo una versión hispana (ver foto) dirigida por George Melford y con el cordobés Carlos Villarías haciendo el papel de Conde Drácula. Desaparecida durante muchos años, ahora mismo se puede ver en formato doméstico y comprobar que es técnicamente muy superior a la versión de Tod Browning y bastante más atrevida. Está claro que esta versión destinada al extranjero preocupaba menos a los jerifaltes del estudio porque se nota una mayor libertad en todos los aspectos de la misma. Por desgracia, Carlos Villarías no da la talla como Drácula y menos si se compara su labor con la de Bela Lugosi.

Existen varias ediciones domésticas de esta película, personalmente recomiendo la edición en Blu-ray ya que la imagen está restaurada a 4K y su calidad es inmejorable para una película de 1931.  Además incluye como extra, además de documentales varios, la versión hispana de la película, una auténtica joya arqueológica del cine que merece mucho la pena descubrir.

Gabriel Menéndez Piñera

 

 

 

 

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