Hay historias inventadas que parecen reales y hay historias reales que parecen sacadas de la mente del más imaginativo de los escritores. Este es el caso que nos ocupa, ya que “Searching for sugar man”, la cinta ganadora del Oscar al mejor documental en la ceremonia de este año, nos cuenta una de las historias reales más increibles que he visto nunca en una pantalla de cine.
Sixto Rodriguez era un cantautor de Detroit, que cantaba en pequeños bares de la zona portuaria. Un día fue descubierto por dos productores discográficos, los cuales estaban absolutamente convencidos que iba a ser más importante que Bob Dylan. Grabó un primer disco en 1970, el cual no tuvo ningún éxito, al que siguió un segundo album al año siguiente que tampoco llegó a las listas de los más vendidos ante el asombro de los productores. Estos rescindieron el contrato con Rodriguez y nunca más se supo del cantante, la única noticia que hubo de él fue que se había suicidado en un escenario durante un concierto. Sin embargo, una copia pirata de su primer album llegó a Sudáfrica en pleno Apartheid y a partir de ahí fue poco a poco convirtiéndose en un ídolo entre los sudafricanos blancos que estaban en contra del Apartheid. Años después, dos fans de Rodriguez se ponen en marcha por separado para intentar descubrir que había pasado con el cantante, como había muerto y que había pasado con los royalties de todos los discos que había vendido en Sudáfrica.
Lo primero que llama la atención cuando estás viendo este documental es la calidad de las composiciones de Rodriguez, especialmente las letras, muy poéticas pero que, a la vez, tratan temas reales como la política, la pobreza, las drogas o el desamor. Ese primer impacto al ir escuchando las canciones es una de las claves del documental, ya que el espectador se queda un poco en shock al oir estas preciosas canciones por primera vez mientras le van diciendo que, cuando se publicaron hace cuarenta años, no tuvieron ninguna repercusión en cuanto a ventas.
El autor de esta pequeña maravilla es Malik Bendjelloul, residente en Suecia, este director de documentales se ha especializado en trabajos musicales. Así, dirigió el primer documental sobre la banda de música electrónica alemana Kraftwerk y también ha dirigido algunos documentales sobre el Heavy Metal. Su último trabajo ha sido la grabación de un concierto de Prince.
Esta pequeña gran obra está trufada de aciertos, uno de ellos es ir intercalando poco a poco las canciones de Rodriguez mientras nos van contando la historia, dichas canciones son acompañadas por fotos del artista, animaciones creadas para la ocasión o imágenes de una Sudáfrica dividida por el apartheid.
Otro acierto del autor del documental es mostrarnos al principio a los productores que le contrataron y grabaron sus discos diciendo que era uno de los artistas que más les había impresionado. Oir ésto en la voz de unos productores que han trabajado con gente como Stevie Wonder, Jackson Five, The Temptations y muchos otros te pone en situación de que la historia que te están contando se sale de lo normal.
Poco a poco la emoción de las imágenes va subiendo de tono hasta llegar a una media hora final en la que es difícil contener las lágrimas ante la belleza de una historia que te reconcilia con el cruel mundo en que vivimos. A ello también ayuda el que todas las personas entrevistadas en el documental tienen una gran facilidad de palabra, expresando unos de manera muy especial lo que significó en su vida la música de este artista y otros, lo que les influyó en su vida los momentos compartidos con él.
Todas estas virtudes han llevado a los creadores de esta maravilla a recoger premios a lo largo del mundo. Así fue premiada en Sundance, en los premios Guldbagge, en los premios Bafta y finalmente ha sido premiada con el Oscar al mejor documental del 2012.
Me gustaría contaros más detalles de esta película, pero eso me obligaría a desvelar gran parte de esa media hora final, la cual prefiero que cada uno de vosotros podáis disfrutar sin conocer lo que va a pasar.
Lamentablemente la distribución de documentales en España es mínima a pesar de los premios cosechados a lo largo y ancho del mundo, por lo que no es nada fácil acceder a su visionado en pantalla grande. No obstante hay una buena noticia, ya que el veintidós de este mes de Mayo saldrá ya a la venta tanto en DVD como en Blu-Ray, por lo que es una buena ocasión para que la gente abra su espectro de géneros cinematográficos, añadiendo el documental al resto de géneros que el gran público ve en el cine o en su casa. Por otra parte el boca-oreja está funcionando bastante bien (yo lo estoy practicándolo a destajo) y eso está haciendo que más gente esté acercándose a visionar esta historia real que parece sacada del cerebro de un moderno Dickens.
Pero es que no es “Searching for sugar man” el único ejemplo de buen documental que se han estrenado recientemente en los cines, ya que en los últimos años han sido unos cuantos los documentales que me han llamado la atención por sus valores cinematográficos. Alguno de estos documentales son: “Inside Job” (2010, Charles Ferguson), la española “30 años de oscuridad” (2011, Manuel H. Martín), “Pina” (2011, Win Wenders), “Undefeated” (2011, Daniel Lindsay, T.J. Martin), “Proyecto Nim” (“Project Nim” 2011, James Marsh), “La cueva de los sueños olvidados” (“Cave of forgotten dreams” 2011, Werner Herzog), “Marley” (2012, Kevin McDonald) o la también española “Hijos de las nubes” (2012, Alvaro Longoria).
Solo me resta deciros que os dejéis llevar por esta preciosa historia, por estas grandes canciones y por la misma ilusión que los protagonistas del documental tuvieron en su momento, la cual les hizo buscar que había pasado con Rodriguez y que supuso que su vida cambiara para siempre.
Gabriel Menéndez Piñera
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