Si hay una película del Hollywood clásico en la que se nos muestra el carácter y las obsesiones del director de la misma, esa es “La novia de Frankenstein” (“Bride of Frankenstein”, 1935). En ella su director James Whale aprovechó el presupuesto que le otorgó la Universal a la hora de realizar la película, para crear una de las mejores películas de todos los tiempos, superior incluso a la que inició la saga. Pero no sólo eso, sino que gracias a la libertad que le fue concedida por parte del estudio, pudo crear una obra propia en la que la religión, la marginalidad y el ataque al orden establecido formasen el eje de la misma.
La historia, comienza donde acabó “El doctor Frankenstein” (1931), tras el incendio del molino donde se había refugiado el monstruo, todo el mundo piensa que éste ha muerto, sin embargo no es así y comienza de nuevo a provocar (sin quererlo) el pánico en toda la comarca. Mientras tanto el convaleciente doctor Frankenstein recibe la visita del doctor Pretorius, su antiguo profesor de la universidad, el cual también ha logrado llegar bastante lejos en el tema de la creación de vida humana. Por ello le pide a Frankenstein que aúnen sus conocimientos para crear una nueva criatura, una mujer en esta ocasión.
Las diferencias de esta nueva película basada en la novela de Mary Shelley con respecto a la anterior son abundantes y todas ellas contribuyen a mejorar la obra realizada con anterioridad. Hay una mayor libertad narrativa ya que en esta ocasión el guión no está basado en la obra teatral creada anteriormente sobre la novela, si no que James Whale utilizó como base un guión escrito por William Hunblunt con el que luego hizo un poco lo que le vino en gana.
Respecto a los actores, se mantiene Karloff como la criatura realizando una actuación memorable, llena de matices ya que el monstruo no es la criatura atolondrada de la primera película. Ahora el monstruo se nos muestra más serio, casi enfurecido por todas las penalidades que sufre y que se va dando cuenta de que son injustas. Además, cuando el monstruo aprende a hablar se amplían todos esos matices con su forma de hablar y de expresar sus deseos de tener una compañera que mitigue su soledad. Colin Clive vuelve a representar al doctor Frankenstein, pero en su actuación se notan demasiado los estragos que la bebida le estaba causando y que ocasionaron su muerte sólo un par de años después. A partir de aquí empiezan los cambios, ya que el personaje de Elizabeth, la prometida de Henry Frankenstein, ya no la interpreta Mae Clarke (como en la película original), si no que ahora es la jovencísima Valerie Hobson, que con tan sólo diecisiete años fue la elegida por Whale para llevar dicho papel. Dicen que la causa de dicho cambio es que el director sólo quería actores británicos en la película para que no hubiese tanta diferencia en los acentos de unos y otros. Elsa Lanchester será la nueva criatura creada a partir de restos humanos y también aparece en el prólogo de la película interpretando a la mismísima Mary Shelley. Sin embargo la estrella de la película es el actor Ernest Thesiger, el cual en su papel del cínico doctor Pretorius consigue crear un personaje tan malvado como simpático y cuyas expresiones de asco cada vez que se le pone delante una mujer dicen mucho de sus gustos y peculiaridades.
Así mismo el aspecto general de la película se torna mucho más medieval, la casa de los Frankenstein pasa a ser ahora todo un castillo con foso y arcos góticos, mientras que en la primera película se nos mostraba como una residencia de finales del siglo XIX. Otra de las diferencias es el uso más marcado por parte de Whale de su sentido del humor, que ya nos había mostrado en sus anteriores películas de terror, pero no en “El doctor Frankenstein”.
Por otra parte, la estructura narrativa está claramente dividida en tres partes que duran casi exactamente lo mismo (25 minutos). La primera de ellas incluiría el prólogo y se centraría sobre todo en las figuras de Henry y el doctor Pretorius. La segunda nos muestra los avatares que sufren la criatura y los que se cruzan en su camino y finalmente la tercera parte se centra en la creación de la novia.
Whale no escatimó en la inclusión de pequeños detalles que pueden pasar inadvertidos en una primera visión de la película. Uno de ellos es cuando llevan a Henry a su casa malherido y éste “renace” de la misma forma que lo hizo la criatura en “El doctor Frankenstein”, es decir, con un ligero movimiento de una de sus manos, pero en esta ocasión la mano que se mueve es la izquierda y no la derecha, lo que reafirma la teoría de que Whale nos muestra a Henry y a la criatura como dos caras de la misma moneda, teoría que ya expliqué en el análisis que hice anteriormente de “El doctor Frankenstein”.
http://historiasdelceluloide.elcomercio.es/2013/04/el-doctor-frankenstein.html
Como dije al principio, las críticas a la religión católica y su carácter represor están presentes durante toda la película. Así, el monstruo derriba la estatua de un Obispo mientras camina por el cementerio. Así mismo uno de los homúnculos creados por el doctor Pretorius está vestido de Obispo, pero la imagen más fuerte en ese sentido es cuando el monstruo es apresado por los lugareños que lo atan a un palo de tal forma que parece que está crucificado en él. Recordemos que Henry se proclamó a sí mismo Dios en la primera película, por lo que si el monstruo es su vástago, éste es Jesucristo el hijo de Dios.
Las escenas con sentido homosexual (recordemos que James Whale era gay) también aparecen a lo largo y ancho de la película, empezando por el doctor Pretorius, que da sobradas muestras de asco hacia las mujeres, no así hacia Henry. También se puede ver un doble sentido en la escena del anciano ciego que acoge al monstruo en su cabaña y que según él lleva mucho tiempo rezando por tener un “compañero” que le prive de su soledad.
El monstruo vuelve a representar el sufrimiento de los marginados, acosados y perseguidos sin razón justificada, como lo fue Whale en muchos momentos de su vida por culpa de su condición sexual. Para ello Whale usa todos los elementos a su alcance, como los árboles del bosque por el que huye el monstruo. Se trata de árboles pelados, cuya copa no aparece en el plano, por lo que dan la sensación de ser barrotes de una cárcel perpetua que aprisiona a la criatura.
De nuevo Jack Pierce se encarga del maquillaje de Boris Karloff y también del de la novia, creando una imagen de Elsa Lanchester que se convertiría también en un icono popular del siglo XX. Todavía hoy día si piensas en una mujer monstruo la primera imagen que se te viene a la cabeza es Elsa Lanchester con su estrafalario peinado eléctrico.
La película se estrenó en Abril de 1935 tras un rodaje de 45 días y haber gastado un presupuesto de 400.000 $, muy superior al de cualquier película de terror rodada hasta ese momento.
La Universal quiso seguir aprovechando el éxito de la saga en posteriores secuelas que iban menguando progresivamente en presupuesto y calidad, pero que mantenían ese ambiente gótico y expresionista que a mi personalmente me atrae sin remedio. Las siguientes películas de la saga fueron: “La sombra de Frankenstein” (“Son of Frankenstein” 1939, Rowland V.Lee), “El fantasma de Frankenstein” (“Ghost of Frankenstein” 1942, Erle C. Kenton), “Frankenstein y el hombre lobo” (“Franlenstein meetes the wolf man” 1943, Roy William Neill), “La zíngara y los monstruos” (“House of Frankenstein” 1944, Erle C. Kenton) y “La mansión de Drácula” (“House of Drácula” 1945, Erle C. Kenton). En estas dos últimas entregas de la serie el estudio utilizaba todo su arsenal de monstruos en cada una de ellas, juntándose en la misma cinta Frankenstein, el hombre lobo, Drácula, el jorobado y el “mad doctor” de turno.
Sólo me resta decir que es una gozada ver una y otra vez esta película acompañada de su predecesora en una sesión doble de terror clásico imperecedero. Al igual que la precursora de la saga es posible encontrar la película en formato doméstico, pero ahora mismo únicamente está disponible en Blu-ray.
Gabriel Menéndez Piñera
Me gusta mucho la cinta, hace poco tuve la oportunidad de verla a través de Hbo on line y es muy entretenida, con villanos muy bien armados, y con un buen remate. Se las recomiendo muchísimo.