Una película que tuvo su origen en una visita a un teatro de variedades por parte de Chaplin, se convirtió en una pesadilla para el genio inglés a la hora de montar todo el material rodado, ya que tuvo que esconderse de los agentes federales que querían incautar dicho material y que, finalmente, acabó cambiando la historia del cine cómico para siempre. Esta película es “El chico” (“The kid” 1921) y se convirtió en el primer largometraje de Charles Chaplin iniciando su época más fructífera con varias películas consecutivas de incuestionable calidad artística y éxito popular.
El argumento es el siguiente, una mujer (Edna Purviance) que acaba de tener un bebé, decide abandonarlo en el coche que hay aparcado frente a una lujosa mansión, ya que ella no dispone de medios para sacarlo adelante y piensa que los dueños de ese coche no tendrán problemas en hacerlo. Sin embargo el auto es robado con el niño aún dentro y los ladrones al darse cuenta de ello lo abandonan en unos suburbios. Allí aparece Charles Chaplin en su personaje del vagabundo y se encuentra con el niño. en un principio intenta deshacerse de él, pero finalmente decide adoptarlo y hacerse responsable del mismo. Así, cinco años después se nos muestra como ambos han credo una pequeña familia en la que el cariño entre el vagabundo y el chico (interpretado por Jackie Coogan) suple la carencia de medios económicos.
La historia, creada por el mismo Chaplin como en todas sus películas, se le ocurrió al genio británico al día siguiente de ver al pequeño Jackie Coogan en un teatro de variedades saliendo a saludar junto a su padre al finalizar éste su actuación. En ese momento el niño se puso a bailar con gran agrado por parte del público y en unos minutos el pequeño tuvo al teatro a sus pies. Entonces a Chaplin se le empezaron a ocurrir un montón de gags que podría hacer en pantalla junto al niño por lo que llamó a su padre y lo contrató para la película.
Inmediatamente el niño y Chaplin hicieron buenas migas, logrando en pantalla una química realmente espectacular y creando algunas de las imágenes más icónicas de la historia del cine. No estoy hablando únicamente de las escenas cómicas que crearon para el film, si no también de las escenas dramáticas, especialmente la escena en que los intentan separar y que aún hoy crea en el espectador una desazón importante, gracias a la complicidad que se ha creado previamente entre esta inusual pareja y el espectador, el cual ha podido disfrutar de sus andanzas juntos. Sin duda este es uno de los grandes méritos de la película y que sería la piedra angular de muchas de las posteriores películas del cineasta, es decir, crear primero una empatía cómica entre el personaje del vagabundo y el espectador para que posteriormente en las escenas dramáticas éste sienta como propio el sufrimiento del vagabundo.
Como se puede leer en el cartel que acompaña a esta reseña, la película consta de 6 rollos y llevó más de un año de trabajo algo impensable hasta el momento para una película cómica, ya que los cortos de uno o dos rollos, habituales hasta entonces, se rodaban en una o dos semanas. Aclaremos primero para los más jóvenes en que consiste el tema de los rollos de película. En la época del cine mudo las películas cómicas eran de corta duración, en un principio eran de un sólo rollo (unos 10-12 minutos) pasando posteriormente a constar de dos rollos (20-24 minutos de duración). Hay una excepción, ya que en 1914 Mack Sennet tuvo la idea de rodar un largometraje cómico con las principales estrellas del estudio Keystone (Charles Chaplin, Mabel Normand, Marie Dressler, Mack Swain, Chester Conklin y Charles Bennett ) y con una duración de 86 minutos (8 rollos). La película en cuestión se llamaba “El romance de Charlot” (“Tillie´s punctured romance” 1914, Mack Sennet). Sin embargo este experimento no tuvo mucho éxito ya que el humor de la Keystone era demasiado básico para una película de tanta duración y desde entonces hasta que Chaplin hizo “El chico” nadie pensó en las posibilidades de un largometraje cómico.
Sin embargo, tal y como comenté al principio, tras haber finalizado el rodaje y con una cantidad ingente de película positivada, los problemas legales causados por el divorcio que tenía en curso en ese momento Chaplin con su primera esposa Mildred harris, hicieron que la productora First National reclamase la propiedad de todo el material rodado, por lo que Chaplin se refugió durante semanas en una habitación de hotel de Salt Lake City (Utah) para montar la película. Una vez montado, Chaplin exhibió en un pase privado la película a los productores para así poder negociar un generoso contrato de distribución de la misma.
Algo que es obvio en esta película es su marcado carácter autobiográfico, ya que el propio Chaplin fue un niño de un barrio muy pobre de Londres y que, debido al abandono por parte de su padre y a los accesos de locura que le daban a su madre, paso varias etapas de su niñez en un orfanato separado de sus seres queridos. Es realmente apasionante y algo que recomiendo a todo el mundo, leer la autobiografía de Charles Chaplin y ver como ese chiquillo que sufrió el hambre y la soledad en su niñez se convirtió a los pocos meses de llegar a Hollywood en la mayor estrella cinematográfica de la historia. Ahora mismo no se puede ni siquiera pensar en un personaje de la actualidad que pudiese provocar los revuelos que creaba el señor Chaplin cada vez que aparecía en una estación de tren en alguno de sus numerosos viajes, siendo vitoreado y aclamado por hombre mujeres y niños de todas las edades, razas y posición social.
Para los que quieran disfrutar de esta maravillosa película, hay una edición en dvd de este mismo año. Sin embargo de momento no hay noticias de una posible salida de la misma en formato blu-ray. En definitiva, se trata deuna grandiosa obra de Charles Chaplin (una de tantas) que tal y como dice el primer rótulo de la misma, es una película para ver con una sonrisa y, tal vez, con una lágrima.
Gabriel Menéndez Piñera
Comentarios recientes