Estamos llegando a la recta final del festival, pero aún quedan buenas películas por disfrutar. Ayer pude ver “Western”, film alemán perteneciente a la sección Esbilla y dos películas de la sección Rellumes: “Beach rats” y “Strange birds”.
Situar un western encubierto en un pueblo de la Bulgaria actual, en el que los colonos son obreros alemanes y los indios los habitantes del pueblo, esa es la brillante idea que ha tenido la directora alemana Valeska Grisebach en su película “Western”, con la que fue finalista de los premios Lux que concede el parlamento europeo.
Meinhard, junto con otros obreros se desplaza desde Alemania a una zona rural de Bulgaria a construir una central hidráulica. Allí, al contrario que sus compañeros, comenzará una relación amistosa con varios de los lugareños. Sin embargo, los conflictos de intereses, la escasez de agua y los escarceos sentimentales encenderán la llama del conflicto.
La película está trufada de referencias a las películas de vaqueros e indios. Los cigarrillos sustituyen a la antigua pipa de la paz. El protagonista cabalga un caballo blanco, como símbolo de pureza de espíritu, hay una partida de cartas, peleas, el campamento de los obreros adquiere el carácter de un fuerte, etc.
La directora narra con pulso lento, pero decidido una historia intimista, rodada con una excelente y luminosa fotografía que le da al film el carácter nostálgico y poético que necesitaba esta historia de modernos cowboys, que buscan su lugar en el mundo.
De nuevo nos encontramos en el FICX con la historia de un joven perdido en su proceso de maduración. “Beach rats”, el segundo largometraje de la directora Eliza Hittman, nos mete literalmente en la piel de su personaje, un joven neoyorquino que tiene que lidiar, en pleno proceso de identificación sexual, con la pérdida de su progenitor.
Frankie vive en Brooklyn con su padre, enfermo terminal de cancer, su madre y su hermana pequeña. Tiene tres amigos que, como buenos adolescentes, van de chulitos por la vida y una especie de novia pasajera. Sin embargo, tiene el deseo irrefrenable de conocer hombre mayores que él, con los que mantiene encuentros sexuales de una sola noche.
En la mente del personaje principal se mezclan todo tipo de dudas y sufrimientos. La ausencia del padre, le lleva a buscar hombres de más edad y a la vez, tiene miedo de defraudar a sus amigos y a la chica con la que comparte algunos momentos de felicidad cotidiana.
Técnicamente la película tiene aspectos muy destacables. El montaje es excelente, mezclando la música y las imágenes entre sí de forma perfecta y dando a la película momentos de gran calidad. Así mismo, la directora usa continuos primeros planos de los cuerpos de los intérpretes para acercar al espectador a la asfixia emocional que sufre el protagonista.
París, una librería en el barrio latino, una bella muchacha que escribe en un diario sus vivencias y un hombre mayor, que parece saberlo todo. Todo parecía presagiar una buena película, pero no. “Strange birds”, el segundo largometraje de la directora francesa, Elise Girard es un film vacío de contenido en el que cuesta encontrar algo destacable.
Mavie (Lolita Chammah) es una joven de provincias, recién llegada a París y que comparte piso con su amiga Félicia (Virginie Ledoyen). Un día encuentra trabajo en una extraña librería regentada por el aún más extraño Georges (Jean Sorel). Pronto ambos empezarán a tener sentimientos afectivos entre ellos, dificultados por la diferencia de edad y el oscuro pasado de Georges.
Sinceramente, poco puedo contar de esta película en la que apenas sucede nada y que, dejando aparte algún bello plano nocturno de la ciudad de París, no me ha ofrecido algo que llevarme al cerebro. Me quedo con haber vuelto a ver en una película a Jean Sorel, protagonista de films tan distintos como “Bella de día” (“Belle de Jour 1967, Luis Buñuel) y “No desearás al vecino del quinto” (1970, Ramón Fernández) y al que tenía perdida la pista totalmente.
Una película que dura 70 minutos y se me hace larga es suficiente resumen para esta obra absolutamente menor y que todavía estoy elucubrando que hace en un festival como el de Gijón. Se puede volver a ver hoy viernes a las 19.45 en la Sala 11 de los Cines Yelmo y el sábado 25 a las 12.30 en Gijón Sur.
Gabriel Menéndez
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