“El juego de la silla” fue el debut en el largometraje de la directora Argentina Ana Katz, homenajeada este año en el FICX con un repaso a toda su filmografía cinematográfica. Se trata de una comedia costumbrista, basada en unos personajes del todo irritantes, a los que no te gustaría tener cerca, pero a los que acabas cogiendo cariño (poco).
Víctor (Diego de Paula) vuelve de forma breve a Argentina desde Canadá, por temas laborales y únicamente tiene un día para pasarlo junto a su madre (Raquel Bank) y hermanos. Estos le preparan una calurosa bienvenida, en la que no faltan los juegos, las canciones, bailes y poemas, todos ellos propios de unos niños de no más de 10 años.
Pronto nos damos cuenta de las razones que han alejado tanto tiempo a Víctor de su familia, a lo que se añade una antigua novia que, con el apoyo de la madre, no se rinde a dejar escapar a su amor de toda la vida. Si una palabra puede reflejar a los personajes que pululan alrededor de Víctor es patetismo, por no decir vergüenza ajena.
La directora y guionista Ana Katz, se reserva además el personaje de la hermana mayor de la familia, pura inocencia y bondad, pero igual de molesta que el resto de la familia. Su labor como directora es destacable por el ritmo, muy vivo en todo momento, así como por la escena que da título al film, cuyo planteamiento y montaje es notable.
La sencillez narrativa y los pequeños detalles que Ana Katz deja caer de forma casi imperceptible, marcan el tono de esta interesante película, la cual nos muestra el contraste entre dos formas de vida totalmente diferentes y aparentemente irreconciliables. Sin embargo, para bien o para mal, la familia ata emocionalmente y siempre te quedará un hueco en el corazón para esos seres que comparten tu apellido.
Gabriel Menéndez
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