Como la semana pasada comentaba que las películas de acción actuales adolecían de crítica social, de buenos actores y de guiones con enjundia quise volver a comprobar lo dicho y me acequé a ver “Rompenieves” (“Snowpiercer”, 2013) tras las buenas críticas que había escuchado sobre ella. Tras verla, mis sensaciones son contradictorias ya que a pesar de su alta calidad técnica, a pesar de la potente (aunque escasamente original) crítica social y a pesar de narrar una historia que puede originar muchas lecturas, el resultado no es todo lo positivo que esperaba en esta película de acción futurista que nos llega desde Corea del Sur.
La historia es la siguiente: en el año 2014 el gobierno mundial ha decidido tomar una decisión drástica en su lucha con el cambio climático, lanzando a la atmósfera un producto químico que enfrié la temperatura ambiente del planeta. Sin embargo dicho producto no funciona como se esperaba y se produce un congelamiento general en todo el planeta que acaba con todas las especies vivas. Unicamente un grupo de personas consigue refugiarse en un tren ultramoderno propiedad del millonario Wilford, el cual se traslada alrededor del mundo autoabasteciéndose y continúa haciéndolo 17 años después. Dentro de dicho tren hay tres clases sociales, los pobres que malviven en la parte de atrás del mismo, la clase alta que vive como una especie de nobleza moderna y los guardianes que velan por que las dos clases anteriores se mantengan alejados unos de otros. Sin embargo un grupo de habitantes del último vagón está preparando una rebelión para llegar hasta el vagón de cabecera donde está la máquina y Wilford, el líder y regidor del tren.
El guión fue escrito por el propio director Boong Joon-Ho junto con Kelly Masterson, el mismo está basado en el cómic “Le Trasperceneige” cuyos autores son Jean Marc Rochette y Jacques Loeb. Tanto el guión como el cómic parten de una idea muy interesante al trasladar toda la sociedad mundial a un espacio tan reducido como es un tren, no sólo manteniendo, si no aumentando las enormes diferencias sociales existentes en nuestro planeta. Sin embargo al querer conjugar la acción con la crítica social no se llega a profundizar en ningún momento en la psicología de los personajes principales ni en las verdaderas consecuencias de la situación que se nos muestra.
Así mismo, el guión tiene bastantes fallos y lagunas, dejando algún aspecto importante sin explicar y sin embargo en otros aspectos se justifican sobremanera determinadas acciones de los personajes. Por otro lado todos los individuos pertenecientes a la casta superior se nos muestran excesivamente caricaturizados y algunas de las escenas son tópicas y previsibles.
Respecto al elenco de actores hay una clara diferencia de nivel entre ellos, Tilda Swinton, John Hurt, Song Kang-Ho y Octavia Spencer pertenecen al grupo de los que ofrecen una buena actuación en la película, mientras que el inefable Chris Evans, Jamie Bell y Alisson Pill no dan en absoluto la talla, lo cual es más sangrante en el caso de Chris Evans ya que en su papel del lider rebelde tiene un gran protagonismo en la cinta, lo que hace que sus defectos se noten aún más.
Una de las razones que me hicieron acudir a un cine a ver esta película era su director Boong Joon-Ho, del cual ya había visto dos de sus anteriores películas “Crónica de un asesino en serie” (“Salinui chueok”, 2003) y “The host” (“Gwoemul” 2006). En ambas cintas me pareció muy interesante el trabajo de su director especialmente en la creación de las atmósferas y en la crítica social presente en dichos trabajos. En la película que nos ocupa, ambos aspectos están presentes aunque con algunos altibajos tanto a la hora de crear una atmósfera opresiva como en la crítica social que se nos muestra de manera muy obvia y vulgar. El mayor logro del director es su capacidad para crear vibrantes escenas de lucha en espacios reducidos así como enganchar al espectador durante el avance por los diferentes vagones del tren, consiguiendo que deseemos pasar al siguiente vagón cuanto antes para ver que les espera a los rebeldes tras la correspondiente puerta.
Las referencias cinematográficas presentes en la película son abundantes, pero hay tres títulos que sin duda han influido claramente en la realización de esta cinta como son “Metrópolis” (1927, Fritz Lang), “Cuando el destino nos alcance” (“Soylent Green” 1974, Richard Fleischer) y “Apocalypse now” (1979, Francis Ford Coppola). A algunos les sorprenderá esta última referencia, pero yo veo sin duda una clara analogía entre el personaje de Chris Evans con el de Martin Sheen en la película de Coppola, a ambos se les encomienda una misión en la que tienen que atravesar un territorio desconocido y en el que se encontrarán extraños personajes para al final llegar a encontrarse con su enemigo (Wilford en este caso, el coronel Kurtz en la película bélica) y descubrir que las cosas no son como se las habían contado.
Resumiendo, “Rompenieves” se queda en un buen intento de hacer una película de acción y ciencia ficción con enjundia y mensaje, la cual se ve lastrada por un guión demasiado errático, algunos actores incompetentes y un final (que no voy a contar) que roza el ridículo. Todo ello no es óbice para que sea infinitamente mejor que todas las películas de acción que nos llegan desde Hollywood en la actualidad.
Gabriel Menéndez
Lo has dicho muy bien: un intento fallido por realizar una buena película de ciencia ficción.
Buenas ideas muy mal sacadas adelante.
Saludos!
Esteban
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