Por haber nacido a principios de la década de los 70 crecí en un época en la que se estrenaban grandes películas de terror y otras destacaban, más que por su calidad, por su atrevimiento a la hora de mostrar sangre y vísceras lo que las hacía igualmente atractivas. A pesar de que siempre me he decantado por el terror más clásico, es decir, el cine mudo y el ciclo de monstruos de la Universal, siempre me han atraido las diferentes novedades de este género que han ido apareciendo por la pantalla de cine los últimos 30 años. El problema del cine de terror es que, como en todos los grandes géneros cinematográficos, de cada diez películas que se realizan encuentras una buena y últimamente ni eso, ya que la falta de ideas generalizada que sufre la industria del cine americana (el gran proveedor junto con el cine asiático de este tipo de películas) ha hecho que poco a poco me haya alejado del cine de terror, hastiado de remakes infumables y de eternas sagas que se repiten una y otra vez.
En los últimos años ha sido el cine español el que más ha intentado renovar un género, el de terror, que parecía destinado a morir de agotamiento y hastío. Esto ha sido posible gracias a películas como “El orfanato” (2007, Juan Antonio Bayona), “Mientras duermes” (2011, Jaume Balagueró) o la saga “[Rec]”. Sin embargo un día a finales del 2013, leyendo una revista de cine, me encuentro que a una película de terror, que apenas tuvo distribución en nuestro país y que llevaba oyendo hablar de ella un par de años, le ponen cinco estrellas. Esta película era “La cabaña en el bosque” (“The cabin in the woods” 2012, Drew Goddard) y su nombre se me quedó grabado ya que sabía que tenía que verla. Ahora que la he visto, os cuento a continuación mis impresiones sobre ella.
El argumento no puede estar más trillado, cinco jovenes se dirigen a pasar unos días de vacaciones en la cabaña que el primo de uno de ellos tiene en una zona boscosa y aislada. Allí se verán atacados por una familia de zombies resucitados de su tumba tras leer un misterioso diario que encuentran en el sótano de la casa. Sin embargo ya desde los títulos de crédito te das cuenta que algo no es como siempre en este tipo de películas, porque ¿qué pintan unas figuras de dioses egipcios bajo los títulos de crédito iniciales en una película de este tipo?. Además desde el principio se alternan las escenas con los cinco protagonistas con las de una especie de científicos que van controlando, desde unas modernas instalaciones, todo lo que les sucede a los jóvenes. No sólo eso, sino que los van teledirigiendo hacia su terrible destino mediante el uso de sustancias químicas y de irles indicando de forma sútil lo que tienen que hacer.
No voy a contar más del argumento ya que es la gran baza del film (aunque no lá única), baste decir que creo que se trata del mayor homenaje que se le ha hecho al género de terror en muchísimos años, en el que la mezcla de terror (poco), humor (mucho) y ciencia ficción (estupenda parte final) logra crear un menú que a los conocedores del género nos llega a apasionar por las continuas referencias a películas clásicas pertenencientes a lo que en los años 70 y 80 del pasado siglo se dio en llamar el Nuevo terror. Pero no sólo de homenajes se nutre esta cinta, ya que los continuos golpes de humor y una última media hora final en la que no das abasto a observar con el suficiente detalle todo lo que sucede en pantalla consiguen que el espectador pase una hora y media tremendamente entretenida.
Además de todo ello, la labor del director Drew Goddard, autor del guión junto a Joss Whedon, se deja notar en algunos movimientos de cámara realmente excelentes así como en una puesta en escena de gran calidad, especialmente en auqellas escenas que están ambientadas en la cabaña y sus alrededores.
Por supuesto, la película no es perfecta ni mucho menos, los fallos de guión están presentes en quizás demasiadas ocasiones y los personajes tienen la misma profundidad que un personaje de videojuego de los años 80. Hay que añadir que los actores son todos ellos bastante mediocres (salvo el siempre excelente Richard jenkins), en especial un Chris Hemsworth que realmente es preocupante que no sea capaz de sacar adelante un personaje tan sencillo como el que representa en esta película.
Citar todas las referencias al cine de terror que se muestran en la cinta me llevaría demasiado tiempo y espacio y seguramente no sería una lista perfecta, por lo que prefiero que vosotros mismos hagáis vuestra propia lista y, si queréis, la podéis incluir como comentario a esta crítica.
En definitiva, se trata de una película realmente entretenida que, sin inventar nada nuevo, consigue poner al revés todo el género de terror de los últimos años. Esto lo consigue partiendo de una idea principal nada original, pero al que le añade una vuelta de tuerca genial que hace que el conjunto de la obra resulte muy por encima de la gran mayoría de las películas de terror puro realizadas en Hollywood en los últimos diez o quince años.
En cuanto el mercado doméstico, está disponible tanto en DVD como en Bluray en ediciones sencillas, pero con algunos extras bastante interesantes.
Gabriel Menéndez
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