En un mundo como el actual en el que hay tres aspectos del ser humano que brillan por su ausencia cada vez más como son: capacidad de trabajo, imaginación y talento resulta más bien chocante que exista una productora cinematográfica que consiga cada cierto tiempo abrirnos los ojos como platos con algunas de sus propuestas, en principio destinadas a los niños, y en las que se puede comprobar que los tres aspectos mencionados aparecen por doquier a lo largo del metraje de sus películas.
Esta productora a la que me refiero se llama Pixar y el último regalo que nos ha hecho a todos aquellos que amamos el cine se titula “Del revés” (“Inside out”, 2015) la cual, sin ninguna duda, es un pleno al 15. En ella se nos muestra la vida de una niña de 11 años (es decir en plena preadolescencia), la cual siempre ha sido muy feliz, pero dicha vida va a sufrir un cambio radical al mudarse con su familia a San Francisco. Todas las nuevas situaciones que se crean alrededor de ella tendrán que ser atendidas por Alegría, Miedo, Tristeza, Asco e Ira, las cinco emociones que viven en el cerebro de la niña y que se verán superadas por los acontecimientos.
Si ya es difícil resumir en un sólo párrafo el argumento de “Del revés”, me resulta casi imposible desgranar todas y cada una de las virtudes de un film que viene a dejarnos claro que los maravillosos primeros 20 minutos de “Wall-e” (2008, Andrew Stanton) y de “Up” (2009, Pete Docter y Bob Peterson) no fueron un espejismo a pesar de tener ambas películas un desarrollo posterior demasiado infantil, buscando quizás que su público objetivo no se aburriera.
En esta ocasión Pete Docter (director) y John Lasseter (productor) han tirado un poco más de la manta y han hecho una película en el que el drama casi adulto no abandona la trama en ningún momento Aún a sabiendas de que este aspecto iba a repercutir en la taquilla, los responsables de este film han creado una obra madura, principalmente dirigida a un público más adulto. Los niños tienen sus momentos de acción y de comedia a cargo de las emociones protagonistas del film, pero la historia fuera del cerebro de la niña es real, sin apenas concesiones. Lo único que se podría achacar en ese aspecto es que ni los personajes paternos, ni sus problemas desprenden el mismo realismo que los que acaecen a Riley, la niña protagonista.
Pero si el concepto del film es bello, original, maduro y cuantos más adjetivos positivos quieran ponerle, el envoltorio que se ha creado para mostrarnos dicho concepto es sencillamente espectacular. Los diversos modos de mostrarnos los diferentes recuerdos que almacena la niña en su cerebro, así como las zonas especiales que forjan su personalidad son brillantes. Por otro lado, destaca de manera muy especial, el viaje que hace Alegría por las diversas partes del cerebro, como si fuera Dorothy buscando al mago de Oz, el cual nos regala momentos sin parangón en la historia del cine animado.
Con este film Pixar aspira a conseguir un viejo sueño de Walt Disney, que el público adulto en general, no sólo el cinéfilo, pueda ir al cine a ver una película de animación sin tener que usar como excusa el acompañar a un niño. “Del revés” es sin duda un plato exquisito cocinado a fuego lento, el cual se puede encontrar en una cartelera veraniega que, como todos los años, sólo nos presenta comida rápida preparada sin gracia ni amor para ser devorada por hordas de jóvenes y de adultos únicamente de carnet.
Sólo me resta recomendar encarecidamente que vayan a ver esta obra maestra que, sin duda, les traerá muchos recuerdos de su infancia y les ayudará a comprender su comportamiento y el de las personas que les rodean. Me gustaría poder seguir diseccionando el film, pero ello me obligaría a contar más de lo que debo y no quiero que nadie pierda un ápice de sorpresa a la hora de visionarlo.
Gabriel Menéndez Piñera
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