La regresión hipnótica consiste en sacar recuerdos ocultos en la mente de una persona, mediante la hipnosis y la elaboración de preguntas al sujeto hipnotizado, que le lleven hasta esos recuerdos reprimidos. El director Alejandro Amenábar nos plantea la cuestión de hasta que punto es fiable tal técnica en su última película “Regresión” (2015).
La película, basada en una historia real, nos sitúa en Minnesota a principios de los 90. Allí un policía de una ciudad pequeña, Bruce Kenner (Ethan Hawke), se hace cargo de la denuncia de una joven llamada Angela (Emma Watson), que dice haber sufrido durante su infancia abusos sexuales por parte de su padre. El padre confiesa el delito, pero al ser sometido a hipnosis regresiva para activar los recuerdos de esos hechos, ya que él dice no acordarse de haberlos cometido, comienza a descubrirse una acción conjunta de varias personas que puede suponer la realización de actos satánicos organizados.
Amenábar vuelve con esta película al thriller, género que le dio fama y fortuna en sus comienzos. Sin embargo si hay un género en el que la solidez del guión es fundamental es éste y lo más flojo con diferencia del film es precisamente eso. El guión, firmado como siempre por el mismo director, simplemente no se sostiene por ningún lado, parte de una premisa tramposa que hace que el final de la película se quede totalmente desangelado y desconecte al espectador de la misma.
Las interpretaciones del dúo protagonista, formado por Ethan Hawke y Emma Watson, se pueden catalogar de competentes sin más, pero no dejan ningún tipo de poso en el espectador, cumplen su función y poco más. Peor es la labor de alguno de los secundarios que destacan por la poca credibilidad que dan a su personaje.
Lo más positivo de la película se refiere sobre todo a su parte técnica. Amenábar vuelve a demostrar su talento detrás de las cámaras ofreciendo al espectador una puesta en escena de gran calidad, así como un variado uso de los movimientos de cámara con los que sube notablemente la calidad del film. Además, la ambientación conseguida durante todo el metraje es excelente, arrastrando al espectador a experimentar la misma malsana sensación que sufren los protagonistas.
La verdad es que poco más se puede decir de “Regresión” sin destripar su resolución, ni lo bueno, ni lo malo. La película no tiene el interés deseado en una obra de este género, la trama avanza lentamente sin que en realidad ningún suceso vaya alimentando a la misma. Lo único que avanza a pasos agigantados en la sensación de conspiración masiva que se va instalando en la cabeza de los policías encargados de la investigación y de que las palabras son más importantes que los hechos.
La única explicación que encuentro para que Amenábar haya decidido realizar una película a partir de tan débil argumento es que haya querido construir una analogía de lo que sucede en la España actual, en relación a determinados políticos izquierdistas de nuevo cuño a los que desde diferentes sitios se les acusa de las más peregrinas faltas y opiniones en contra de la sociedad bien pensante. Sin embargo, de tanto repetir dichas acusaciones una y otra vez, se produce el efecto de sugestión generalizado en la población española, por lo que la masa social se acaba creyendo dichas acusaciones como si hubiesen sido juzgados y declarados culpables.
Sin duda, tras haber pasado seis años de su anterior trabajo, se esperaba mucho más de la vuelta de Amenábar a la dirección y más habiendo regresado al thriller, en el que siempre pareció moverse como pez en el agua. Si hay que calificar con una única palabra a “Regresión” sería decepcionante, ya que su calidad técnica no es capaz de tapar sus carencias de guión y nos queda la sensación que hemos perdido una buena película por el camino.
En definitiva, la película estará alegrando la vida a los detractores del director que estarán aprovechando la coyuntura para sacar pecho todo lo que puedan. A los que siempre nos gustó la capacidad de Amenábar para crear historias atrayentes y convertirlas en películas de gran calidad nos toca esperar que “Regresión” únicamente sea un bache puntual en la carrera de este todavía joven director. Baches que, prácticamente, todos y cada uno de los grandes directores de cine de la historia han sufrido en sus carnes, entre los que se incluyen Alfred Hitchcock, Billy Wilder, John Ford, John Huston, Coppola, Almodovar, etc.
Gabriel Menéndez Piñera
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