¿Puede haber un lazo afectivo más grande que el que se produce entre una nieta y su abuela, sobre todo si ésta ha ejercido de padre y madre, ante la ausencia de éstos?. Este es el punto de partida de “La abuela”, película del director español Paco Plaza, en la que nos narra una historia de terror, en la que lo cotidiano y familiar se convierte en una trampa mortal para la protagonista.
Susana (Almudena Amor) es una modelo madrileña que debe abandonar su trabajo en París, para hacerse cargo de su abuela Pilar (Vera Valdez), la cual ha sufrido un derrame cerebral que la ha dejado inválida. En un principio su estancia en España iba a ser corta, el tiempo justo en buscar una persona que pueda cuidar a su abuela, sin que ésta tenga que abandonar su piso, pero según van pasando los días las pesadillas nocturnas y los sucesos extraños en el piso, se suceden un día tras otro.
Partiendo de una idea del propio director, el también director y guionista Carlos Vermut , autor de “Magical girl” (2014) o “Quien te cantará” (2018), ha creado un guión en el que todo se va cociendo sin prisa y en el que el miedo se va apoderando poco a poco de la protagonista. Una historia casi de otra época, cinematográficamente hablando, ya que su tono barroco y su tendencia al drama más que al terror, no son ni mucho menos lo que en estos tiempos se suelen ver en este tipo de películas. Para alguien como yo, curtido en el terror más clásico se agradece esta forma de contar la historia, en la que se ahonda en la personalidad de los personajes y no existe la urgencia constante de generar el susto fácil en el espectador.
El guión se apoya en la gran actuación de sus dos intérpretes principales. Almudena Amor nos confirma lo que ya habíamos visto de ella hace muy poco en “El buen patrón” (2021, Fernando León de Aranoa), que es una actriz con un futuro espectacular y que en este trabajo vuelve a dar muestra de su versatilidad. Por su parte Vera Valdez la cual, pese a su avanzada edad, es únicamente su segundo papel en la gran pantalla sorprende en un papel difícil por su contención, pero que ella logra dotar de una gran expresividad y convencimiento.
Por su parte, el director Paco Plaza nos demuestra una vez más su conocimiento del género, dotando a la vez a su trabajo de una personalidad propia con la que conecto profundamente. Al igual que hiciera en “[Rec]” (2007, codirigida con Jaume Balagueró) la primera media hora la aprovecha para ir generando una ligera tensión que va aumentando progresivamente, pero sin recurrir a ningún tipo de susto hacia el espectador. Es en la parte final del film donde asistimos a una constante montaña rusa de emociones y sobresaltos, sin llegar a abusar de estos últimos, si no usándolos de forma muy inteligente.
En el aspecto técnico, la puesta en escena es bastante compleja y variada, en especial en las escenas dentro del piso, consiguiendo un trabajo de cámara muy llamativo y de calidad, sin tender al efectismo y si a un esteticismo que cuadra muy bien con el barroquismo que inunda la película. Como ya comenté el ritmo es pausado, sobre todo al principio, aunque en el último tramo adquiere una mayor vivacidad.
“La abuela” nos habla del miedo a envejecer y perder la belleza de la juventud, en un juego de espejos entre abuela y nieta que va más allá de lo que parece en un principio. Una película de terror con una calidad muy superior a la media del género en todos sus aspectos y que consolida a su director como un referente dentro del mismo.
Gabriel Menéndez Piñera
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