El arte cinematográfico es tan inmenso que tiene infinitas posibilidades y combinaciones a la hora de crear una pieza de eso que llamamos cine. Algunas de esas posibilidades son las que nos plantea la joven directora Argentina María Aparicio en su tercer largometraje “Las cosas indefinidas”, un ensayo sobre la imagen, la pérdida (en todas sus acepciones) y los recuerdos que nos transmiten las imágenes, aún cuando ya no podemos verlas.
Eva (Eva Blanco) acaba de perder a su amigo Juan, director de cine para el que trabajaba realizando el montaje de sus obras. La tristeza que le invade hace que pierda el entusiasmo por su trabajo, pero se pone como obligación moral terminar el último corto en el que estaba trabajando Juan antes de su repentina muerte.
Lo más destacado de “Las cosas indefinidas” es el tratamiento tan teórico que hace del concepto cinematográfico, sin perder ni un ápice de la emoción que nos quiere transmitir. Así, se nos muestra una buena parte del proceso de creación de una película a partir de las imágenes y sonidos ya grabados, mientras se nos cuentan historias y relatos que nos llevan a la emoción.
Una obra singular, cuyo punto principal de apoyo es el excelente trabajo de la actriz Eva Blanco, la cual se transmuta perfectamente en su personaje, atrapado entre la tristeza por la pérdida y la necesidad de terminar el trabajo de su amigo fallecido.
María Aparicio realiza un notable trabajo en todos los aspectos y consigue una obra que va “in crescendo” hasta llegar a una parte final muy hermosa y emotiva. Un pequeño homenaje a todas esas personas que perdieron la vista en algún momento de su vida y mantienen, a base de recuerdos cerebrales, aquellas imágenes que ya no podrán volver a visualizar con los ojos.
Perteneciente a la Sección Oficial Tierres en Trance se podrá volver a ver hoy martes 21 a las 19.45 en la Sala 3 de Ocine y el miércoles 22 a las 19.00 en la sala 7 de los Cines Yelmo.
Gabriel Menéndez Piñera
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