Tras llevar un año diciendo que el cine europeo en este momento está muy por encima del norteamericano, ha llegado el señor Alexander Payne ha intentar enmendarme la plana con su última película “Nebraska” (2013). Y ciertamente casi lo consigue, porque el director estadounidense ha conseguido por fin hacer una obra redonda, una película madura y sensible, que deja un poso muy grande en el espectador y que lo que ha hecho en realidad es confirmar otra de mis afirmaciones recurrentes, que si el cine norteamericano mirase menos para la taquilla y más para el espectador adulto podrían hacer todos los años muchas más películas como ésta.
“Nebraska” nos habla de Woody Grant (Bruce Dern) un anciano que vive en Billinss (Montana) con su mujer Kate (June Squibb) y que padece un princ...
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