“La zona de interés” (“The zone of interest”, 2023), película dirigida por Jonathan Glazer, constituye la enésima aproximación del cine al Holocausto judío perpetrado por los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Es, sin embargo, una muy original (y dura) mirada a aquella masacre sin nombre, que todavía a día de hoy nos sobrecoge.
Rudolf Hoss (Christian Friedel), comandante del campo de exterminio de Auschwitz y su mujer Hedwig (Sandra Hüller) viven con sus hijos en una casa de ensueño, a muy pocos metros del campo de exterminio que dirige el padre de familia. Las escenas familiares, únicamente son perturbadas por los horribles gritos que vienen de los muros que bordean la casa, pero todos los habitantes de la casa permanecen imperturbables ante el horror que tienen a únicamente unos metros de distancia.
Jonathan Glazer propone, al igual que hizo en su día en “Under the skin” (2013), una mezcla de imágenes y sonido que sean impactantes al espectador, sin recurrir en ningún momento a la visión de ningún tipo de violencia, lo cual sería lo más fácil. El ruido de los hornos crematorios acompaña una y otra vez a las imágenes en las que se muestra toda la vida dentro de la casa familiar. La labor de las criadas, los niños jugando a la guerra, el padre contratando mayores y más rápidos hornos crematorios, como quien se compra un coche nuevo más veloz.
Es, precisamente, esta mezcla de cotidianidad visual y sonidos del horror lo que más perturba al espectador, el cual no puede dejar de imaginarse lo que está pasando tras esas voces, esos disparos, ese humo que, en algunas ocasiones, llega hasta la casa familiar.
Glazer es el autor también del guion, adaptando la novela de Martin Amis y centrándose principalmente la vida familiar de los Hoss en Ausctwitz. No obstante, es también muy destacable esa parte final en la que se reúnen todos los jefes de campos para repartirse el exterminio de los judíos Húngaros, como si fuera la reunión de una empresa comercial de cualquier sector.
La calidad del film, aumenta aún más gracias a la labor de los dos intérpretes principales. Christian Friedel compone a un Hoss rígido, pero justo, padre de familia y comandante. Un defensor de los animales y la naturaleza que, de no ser por su ocupación le cogeríamos hasta cariño. Por el otro lado, Sandra Hüller nos presenta a una mujer ignorante y egoísta, que no le importa el origen de los privilegios conseguidos con tal de mantenerlos. Otro trabajo memorable de esta actriz que hace doblete en el FICX61.
Es, en definitiva, “La zona de interés” una excelente obra artística y que nos recuerda lo cerca que estuvo Europa de un cataclismo total y absoluto debido, entre otros motivos, al odio irracional de un país entero hacia una etnia en concreto.
Gabriel Menéndez Piñera
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