Estamos acostumbrados a que las películas ambientadas en el Oeste Norteamericano se basen en la gloria del héroe, las persecuciones a caballo y el aprovechamiento de unos parajes inconmensurables. En “Los malditos” (2024, Roberto Minervini), película perteneciente a la Sección Oficial Albar del FICX62, nos encontramos con todo lo contrario. Se trata de una película austera, sin héroes, sin villanos y sin la menor sombra de la épica habitual en este tipo de películas.
Año 1862, el ejercito confederado envía un destacamento a las tierras sin cartografiar del noroeste americano, con el objetivo de delimitar la zona y esperar la llegada de un contingente mayor. Sin embargo, los días pasan, el invierno se acerca y la posibilidad de sufrir un ataque por parte del ejército enemigo se hace cada vez más patente.
Minervini ha creado una obra que rompe por completo las normas del western, en este caso narrando una historia referente a la guerra de Secesión. No se nombran a los protagonistas, apenas sabemos algún detalle de su vida anterior, aunque sí se nos cuenta sus motivaciones y sus temores y como cada uno acabó en el ejército por razones diferentes. Tampoco hay un protagonista claro, si no que es una película totalmente grupal, algo muy poco visto también en este género.
El director no se aprovecha de la majestuosidad del territorio de Montana donde se rodó el film, ni siquiera cuando la nieve hace acto de presencia. Por el contrario, la cámara se sitúa muy cerca de los personajes, por lo que apenas se vislumbra el decorado natural donde se encuentran. Además, se usaron lentes antiguas en las cámaras, las cuales distorsionan la imagen de todo aquello a lo que no estén enfocadas.
Todo ello hace que “Los malditos” sea una película árida, dura, pero muy realista. A esto último ayuda el uso de tejidos de la época a la hora de confeccionar el vestuario de los actores. A la vez, tiene un contrapunto de ensoñación, casi de pesadilla, con detalles como la ausencia de rostros visibles en los enemigos de los soldados, como si fueran espectros a los que no se puede destruir.
En definitiva, “Los malditos” es una obra muy interesante, realizada por un director que se nota que tiene las cosas muy claras sobre lo que quiere contar y como quiere hacerlo. Se podrá volver a ver hoy Jueves a las 19.30 en Ocine 3 y el sábado 23 a las 19.30 en la sala 13 de los cines Yelmo.
Gabriel Menéndez Piñera
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