Llevo asistiendo a películas en el FICX desde que era un crío, aunque de forma asidua desde hace más de 35 años. Hay múltiples y variadas razones para esta pasión mutua y una de ellas se ha reproducido una vez más este mediodía en la Escuela de Comercio, durante el primer pase con público a nivel mundial de la película “River returns” (Masakazu Kaneko), la cual pertenece a la Sección Oficial Retueyos. Es difícil explicar la emoción contenida por los que allí estábamos asistiendo a la proyección hasta que, al terminar la misma, una intensa y larga ovación surgió espontáneamente, la cual se repitió en la rueda de prensa posterior a la proyección, con la presencia en la misma del director Masakazu Kaneko.
“River returns” nos habla de las fábulas, del primer amor verdadero, del drama vital, de las leyendas, de la necesidad de no perder totalmente la inocencia infantil, de la naturaleza como principio y final de todo y también de que debemos mirar hacia el futuro sin perder el respeto a nuestros ancestros. Añadiría que hay un homenaje a las historias y como nos cautivan, sea a través de forma oral, escrita o visual.
Aunque dejase a un lado la tremenda calidad de la historia y su profundidad temática, “River returns” seguiría siendo una gran película. Masakazu Kaneko hace una labor mayestática en muchos aspectos, la cámara está siempre colocada en el sitio preciso, creando unas tomas maravillosas. Además, deja que las escenas fluyan delante de la cámara de forma natural, con un ritmo sedoso que envuelve al espectador y lo traslada a otra época, a otro momento vital y emocional.
El uso del sonido es también muy original, creando espacios para las voces de la naturaleza la cual, en determinados momentos, se calla para dejar paso a la música creada para la ocasión. Se genera así una amalgama auditiva muy particular, con la que, a veces se resaltan situaciones particulares y, otras veces, simplemente nos dejamos llevar por el sonido del arroyo o del viento entre los árboles.
La naturalidad de las interpretaciones llevadas a cabo por los componentes del reparto, especialmente la del niño Sanetoshi Areyama, suponen la guinda final a una película que ya está para mí entre lo mejor de este 2024 (gran año de cine, por cierto). Se podrá volver a ver hoy jueves 21 a las 18.30 en Ocine 5 y mañana viernes 22 a las 16.30 en Gijón Sur.
Gabriel Menéndez Piñera
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